Mi obra se mueve en la rica y ambigua frontera entre la figuración y la abstracción.
Utilizo una gama de materiales —principalmente acrílico, óleo, carboncillo y pastel sobre lienzo— tanto en formatos grandes como pequeños. Impulsada por el proceso y guiada por la intuición, mi práctica equilibra la apertura a lo emergente con la elección intencional.
Aunque exploro diversos temas, el corazón de mi obra reside en una relación reverente con el misterio de la existencia. Esta atención a la naturaleza inaprensible del ser y de la experiencia es el hilo conductor de mi practica: no como una idea abstracta, sino como una realidad sentida y vivida.
Más que definir el misterio, mi obra busca habitarlo, haciéndose eco de sus ritmos y texturas, evocando en lugar de explicar. Los materiales que utilizo ofrecen distintas posibilidades de presencia, gesto y resonancia. En un mundo del arte contemporáneo a menudo atraído por el branding y la consistencia estética, mi práctica se resiste a un estilo fijo. Encuentra su coherencia no en la repetición, sino en un compromiso sostenido con la esencia de la indagación y la fidelidad al proceso mismo.
En una época en la que debemos repensar lo que significa ser verdaderamente humano, concibo esta práctica como una respuesta: una invitación a detenernos, sentir profundamente y conectar de nuevo con lo insondable. Cada pieza se convierte en un espacio de experiencia compartida, donde lo inaprensible puede redescubrirse como algo esencial a nuestra humanidad.
Al final de mi adolescencia, me interesé por el budismo y, a los 25 años, me ordené en una orden budista, donde recibí el nombre Moksananda (que significa «la alegría de la libertad»).
Posteriormente, fundé un centro budista en Valencia y durante más de 30 años trabajé y viajé extensamente por el mundo hispanohablante, contribuyendo a la creación de comunidad, impartiendo charlas y dirigiendo retiros, enseñando y apoyando a otros en el camino, mientras profundizaba en mi propia práctica y comprensión.
Desde muy temprana edad, mi vida interior fue intensa. De niño, sentí una profunda curiosidad por el misterio de la vida y también descubrí a los grandes compositores clásicos. Supe entonces que quería vivir una vida creativa.
Siguiendo un fuerte llamado interior a cambiar mi vida, en 2017 me dedicaba a explorar las artes con más profundidad, y ahora soy artista a tiempo completo.
He estudiado con el artista estadounidense Ty Nathan Clark. Denis Taylor, pintor y escritor de arte, me describió en la revista Painters Tubes como «un artista de enorme flexibilidad [...] un pintor original que combina inteligencia, talento y habilidad con lo narrativo».
También soy padre, autor y disfruto creando vídeos. Mis obras se exhiben regularmente en exposiciones individuales y colectivas, y forman parte de colecciones privadas en España, el Reino Unido, Europa, Estados Unidos, Canadá, México y Australia.
